Expresión, sentimientos y miradas.

La clase anterior nos pidieron venir con ropa holgada, debido a que nos tocaba la clase de expresión corporal, entramos a la sala y nos hicieron elegir a un compañero, la profesora se puso sobre una silla y con sus zapatos, uno en cada mano nos dirigía, cada persona con su compañero, correspondía a cada zapato, cuando ella movía el derecho, el personaje de la derecha se movía tal cual como ella lo hacía, por lo que todos saltaban para un lado ,hacia el otro, al suelo, saltando , separados y juntos , un desorden, pero un desorden bien entretenido, una actividad rica en risas, enriquecedora en el sentido de coordinación y para continuar nos puso a todos en filas y debíamos poner los brazos en la persona de enfrente y luego hacer unos pequeños golpes con las palmas de las manos en distintos ritmos y distintas partes de la espalda y brazos al compañero de enfrente, actividad que me agrado ya que me relaje bastante con este leve “masaje”, dado que así lo interprete yo.

Para separarnos debíamos caminar todos por distintos lados, el siguiente ejercicio era una expresión solo con los ojos, algo que en lo personal se ve tan complicado, se me hizo bastante fácil, saludando a todos, caminando al mismos tiempo, y varios ejercicios similares, como saludar con una sola o con ambas manos, con la cadera, con un pequeño salto, un apretón en los hombros todas ellas queriendo expresar a mi parecer “que gusto verte”. Luego de experimentar distintos saludos debíamos caminar hacia atrás y con la primera persona que nos encontráramos debíamos quedar de espaldas y expresarnos con esta misma, sentimientos y expresiones que decía la profesora en el momento como alegría, enojo, hasta invitar a pasear. El cuerpo puede expresar mucho y uno debe aprender a manejar estas expresiones. Terminando nos pidió darnos vuelta y ver a la persona con la cual nos habíamos comunicado y expresado durante un par de minutos, esta persona era la Claudia. Un abrazo finalizo todo.

Para continuar nos pidió tirarnos en el piso, dejar nuestras manos sobre nuestro abdomen y por consiguiente sentir nuestra respiración, inspirar y expirar profundo, escucharnos, cosa que uno no se detiene a hacer muy seguido, me atrevería a decir hasta que nunca, me relaje al punto de no querer terminar esta actividad. Nos pidió estirar todo nuestro cuerpo y para seguir debimos hacer grupos de ocho, sentarnos y formar círculos, darnos a continuación las manos, en efecto sentir las manos del otro, una conexión, el calor y energías que se traspasaban, pero hay que dejar en claro que todas las energías eran positivas y con mi grupo quedamos de acuerdos en esto.

Para finalizar pidió que nos ordenamos por R.U.T. lo cual nos costó solo unos pocos minutos, a pesar de que todos gritaban y había mucho desorden, no fue tan complicado. Una organización de curso, bastante ágil. Podríamos decir que nos entendemos de cierto modo que solo nos entendemos entre nosotros.